Se encuentra en gestión un fondo forestal
El especialista
en pymes, contador Carlos Cleri, ofreció el jueves 21 una disertación ante una
audiencia entre la que se encontraban empresarios de la madera, inmobiliario y
funcionarios públicos. La conferencia contó con el auspicio de la Cámara de
Forestadores, Empresarios Madereros y Afines de la Norpatagonia (CAFEMA).
Aprovechando su visita a la región, este medio tuvo la oportunidad de conversar
con el especialista. Uno de los temas abordados fue el fideicomiso financiero
forestal que está siendo fuertemente promovido por la Federación Argentina de
la Industria de la Madera y Afines (FAIMA), el cual se espera pueda ser lanzado
en el transcurso del año. Cleri, a través de su empresa Proyecciones
Estratégicas SA, fue el responsable del diseño estratégico del fondo.
–¿Cómo surgió la idea de crear un fondo
forestal?
–Comenzó a
gestarse a partir de una consulta que recibí desde Faima sobre cómo poder
apoyar a toda la cadena foresto-industrial. Ante dicha inquietud, propuse como
uno de los instrumentos posibles un fondo o fideicomiso que permita que el
mercado de capitales sea el que financie las inversiones relacionadas con la
materia prima, como ocurre en cualquier parte del mundo.
–¿Cuál es la magnitud prevista del fondo?
–El fondo en
cuestión estaría constituido por un total de 500 millones de pesos a emitirse
en series de 40 millones y, en principio, el 88% se destinaría a eucaliptos en
Corrientes y el 12% en álamo bajo riego en valles irrigados de Río Negro y
Neuquén, bajo sistemas de producción silvopastoriles.
–¿Por qué se puede considerar la madera
como una buena inversión?
–La ventaja de
la madera radica en que es un bien que adquiere valor con el tiempo y que no se
deprecia. Por otro lado el crecimiento del valor de un recurso natural de tanta
necesidad normalmente supera el ritmo de crecimiento general. Además la
inversión inicial es baja y ofrece altas tasas de retorno.
–¿Cuáles son las desventajas que encontró
en el desarrollo de la herramienta?
–La principal
desventaja es que el mercado de capitales argentinos es de corto plazo, con lo
cual lograr que un inversor piense en un horizonte de 10 a 12 años es muy
difícil. Sin embargo, creemos que una vez que comience a funcionar va a atraer
inversores de afuera que están acostumbrados a este tipo de esquema, pero que
por diversas situaciones que atraviesa nuestro país no cabría esperar que vengan
con la primera operación.
–¿A qué inversor apuntan inicialmente?
–Vamos a buscar
al inversor estratégico, es decir, aquel que necesita asegurarse de un
aprovisionamiento de madera pero que no tiene la economía de escala para
afrontar una inversión así individualmente. Entonces creemos que reuniendo a
pequeños inversores estratégicos que sumen sus recursos se puede llegar a
concretar el proyecto y éstos se asegurarían un mejor precio y valor
diferencial de la madera. De hecho, creemos que en una primera etapa la mayor
parte de los recursos va a provenir de los que ya se encuentran en el sector,
principalmente de las industrias que tienen la necesidad de asegurarse la
madera.
– ¿Qué otros objetivos se persiguen con
esta iniciativa?
–Preparar una
base forestal para asegurar la oferta de materia prima aprovechando las
ventajas que ofrece el país para este tipo de actividad. En este punto hay que
mencionar que nunca se pensó en un "país forestal" en parte por la
existencia de opciones de cultivos de corto plazo que van cortando las de largo
plazo que, desde el punto de vista de la proyección del país, pueden resultar
mucho más beneficiosas.