· CARACTERIZACIÓN REGIONAL
La Región Patagonia Valles Irrigados abarca los valles de las cuencas de los ríos Colorado, Negro, Neuquén y Limay en el norte de la Patagonia. Con una longitud total de unos 1.750 km, su ancho variable (desde menos de un kilómetro a más de diez) generaría una cuenca del orden del millón de hectáreas susceptibles de ser regadas, tomando en consideración tierras aptas en las zonas de mesetas escalonadas que los bordean. Su clima es templado con veranos cálidos e inviernos fríos, seco con precipitaciones que oscilan entre los 100 y 500 mm/año, con déficit durante la estación de crecimiento, por lo que es indispensable el riego. Los suelos aluviales, de poco desarrollo, son pobres en materia orgánica, con pH neutro a alcalino y de textura variable, de arcillosos a arenosos pasando por las texturas intermedias.
· ESPECIES FORESTALES A CULTIVAR EN LA REGIÓN
A excepción del sauce criollo (Salix humboldtiana L.) única especie nativa, los arboles forestales cultivados en la región son exóticos, siendo los álamos y sauces, pertenecientes a la familia de las Salicáceas, los mas difundidos.
Existen, en los cascos antiguos de establecimientos frutícolas, eucaliptos, nogales, robles europeos, plátanos, fresnos y otras latifoliadas de climas templado, con desarrollos en altura y diámetro, que hacen suponer que podría intentarse el cultivo comercial de estas especies de madera valiosa. Están en marcha algunos ensayos experimentales implantados para corroborar esta hipótesis.
Entre los álamos, las variedades de Populus nigra son las mas frecuentes en plantaciones en cortina, con presencia de “plateados” Populus alba (bolleana, Roumi, etc) en suelos mas pesados y/o salinos. La forestaciones en macizos se realizan con clones híbridos de Populus x canadensis (I-214; Conti 12 y Guardi como los mas frecuentes) y Populus x canescens, conocido como “hibrido español” en suelos mas pesados y salinos.
Entre los sauces, utilizados mayormente como defensa de costas, los Salix x argentinensis 131-25 y 27 son los mas frecuentes, aunque también se utilizan el Salix nigra 4 y los mimbres, Salix alba var. Vitelina o “mimbre amarillo” y Salix viminalis “sauce mimbre”.
· PLANTACIÓN
Los tipos de plantación mas frecuentes en la región son las cortinas cortavientos, los macizos y las trincheras. Las primeras surgen de implantar en la mayoría de los casos álamos criollos a lo largo de los canales y/o acequias de riego. Los segundos son similares a los utilizados en otras especies cultivadas con densidades que antiguamente fueron tan altas como 2.500 pl/ha hasta las hoy mas frecuentes de entre 500 y 250 pl/ha. Las trincheras, conjuntos de cuatro o cinco filas de árboles con espaciamientos estrechos y distancias de 18-20m entre grupos, hace un tiempo prácticamente abandonadas, han recuperado interés por parte de los productores porque permiten compatibilizar las producciones hortícolas o de pasturas con la de álamos.
Los sistemas de plantación que existen en la zona son básicamente dos que se diferencian por el aporte de agua superficial al cultivo o no: superficial con riego, (gravitacional o por goteo) y a raíz profunda.
El primero, en el caso que sea gravitacional por manto o reguera, requiere una sistematización del terreno para permitir el mismo. Esto implica labores más o menos costosas, donde el monto de la inversión deviene fundamentalmente de los metros cúbicos a mover para nivelar el terreno. Existen algunas variantes que minimizan este movimiento de suelo como el de “espina de pescado”. El riego por goteo, con un desarrollo creciente, posibilita irrigar terrenos por encima del dominio de riego haciendo un uso más racional del agua y alcanzando resultados comparables. En este tipo de plantación el material mas utilizado son las plantas de un año de raíz y un año de tallo (R1T1) o las guías o varillones que son las varas que se obtienen al separar la parte aérea de la planta R1T1 de su raíz. Realizando implantaciones tempranas el resultado es bueno, y los costos de implantación menores.
El sistema a raíz profunda, que puede utilizarse en sitios de plantación donde la napa permanente no baja de los 2-2,5 metros de profundidad (islas y zonas costeras bajas) es menos difundido pero tiene una gran potencialidad ya que esas tierras no tienen alternativas productivas y existen decenas de miles de hectáreas en esas condiciones. En este sistema el material de plantación mas frecuente son las guías de 2-3 años o plantas R2T1 o R2T2.
· MANEJO SILVICULTURAL
En el caso de plantaciones bajo riego se suele hacer una poda de formación en vivero, para llevar a campo plantas con una copa formada y equilibrada con el sistema radicular. Durante los años 1-4 predomina la poda de conducción, cuyo objetivo es generar un fuste único y derecho y del 4-7 la poda de limpieza de fuste, cuyo objetivo es obtener la mayor proporción de madera libre de nudos posible.
La fertilización es una práctica poco difundida aunque deseable, dado que la mayoría de los suelos aptos lo son en términos texturales y de profundidad de perfil, pero en general deficientes en Nitrógeno y Fósforo.
· APROVECHAMIENTO FORESTAL
El aprovechamiento forestal de las cortinas implica cierto grado de dificultad, por estar plantadas en los márgenes de canales y acequias de riego lo que dificulta la mecanización de la cosecha. Además, al ser su objetivo principal proteger el cultivo principal de los vientos, la gran presencia de ramas y la heterogeneidad de la madera rolliza va en esa misma dirección.
Las forestaciones en macizo permitirían una mecanización del aprovechamiento (apeo y carga), lo que todavía no se da por el aún reducido número de macizos forestales de importancia. El apeo se realiza con motosierra de mano y las maquinarias en uso para la carga son tractores frutícolas adaptados (tractoelevadores).
· DESTINOS INDUSTRIALES Y COMERCIALIZACIÓN
El destino industrial mas extendido (unas 90.000 ton/año) es el aserrado para la producción de tablas y tablones, los que secados al aire, oreados o verdes, pueden ser destinados a la venta para abastecer a las industrias mueblera y/o de la construcción, o reprocesados para la fabricación de envases y embalajes para la frutihorticultura (cajones, jaulas, bins, pallets, etc.).
La industria del debobinado consume unas 40.000 ton/año para la fabricación de tableros compensados, los que son vendidos a la industria del mueble o son reprocesados para la fabricación de envases y embalajes frutihortícolas y bins de jugos concentrados.
Finalmente, la industria celulósica (1 planta en Cipolletti, RN) consume unas 50.000 ton/año para producir pasta semiquímica que se envía a fábricas de papel extraregionales para producir principalmente papeles tisú.
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