En el marco de la serie de notas sobre temas forestales que se están publicando en el Suplemento Rural del Diario Río Negro, en la edición correspondiente al sábado 11 de agosto de 2012 el Ing. Agr. Norberto Serventi desarrolló dos interesantes notas que compartimos con los lectores del blog:
Los Sistemas Agrosilvopastoriles y posibilidades de
Desarrollo en la Patagonia norte
Modelos forestales que combinan pasturas y ganado.
Forestación de álamos de 1 año de edad. Marco de plantación: 6m x 3m. Elaboración de fardos de alfalfa |
Los cambios y modificaciones
que se están generando en la producción agropecuaria argentina
posibilitan la incorporación de nuevas regiones a la actividad
productiva. Una situación específica sobre lo expresado es el caso de la
ganadera. La Patagonia norte, a partir la disponibilidad de agua en sus
valles irrigados, posee un potencial de desarrollo cuantitativo en la
generación de alternativas productivas como es el caso de la forestación
con álamos bajo riego para producción de madera de altísima calidad. Al
contar con la posibilidad de riego, en implantaciones forestales de
baja densidad (500 a 250 plantas/ha o menos) se pueden realizar siembras
de pasturas anuales y plurianuales destinadas a producciones
forrajeras, cuyo aprovechamiento se transforma en carne a través de
Sistemas de Silvopastoreo (SSP). Sin dejar de considerar como objetivo
la producción de madera de calidad, esta alternativa de producción
simultánea de forraje más carne puede generar indirectamente ingresos
anuales importantes, principalmente durante los primeros 3 y 4 años,
mientras se espera que transcurra el tiempo para llegar al turno de
corta estimado entre los 12 y 15 años. De esta forma se mejora la
rentabilidad final del cultivo.
Un aspecto complementario que
ofrecen los SSP es la siembra simultánea de pasturas puras o polifíticas
anuales o plurianuales que durante gran parte del ciclo forestal
aportan un importante volumen de forraje. El mismo se puede sostener
durante el ciclo forestal, aunque en forma decreciente, si se permite el
ingreso de luz solar en el espacio interfilar de la plantación. Para
ello se deberán considerar algunos aspectos de diseño y manejo, entre
los cuales se pueden mencionar:
a) orientación geográfica de la
plantación. Las filas con orientación N-S, además de la acción de
protección de los vientos, ofrecen la posibilidad del ingreso de una
mayor intensidad lumínica en el suelo durante el día. Esta condición es
muy importante a medida que la forestación tiene altura y se cierra el
dosel de la misma por el carácter heliófilo de las salicáceas (álamos);
b) cuanto mayor es la distancia interfilar, mayor es el ingreso de luz;
c)
los manejos culturales de poda y raleos selectivos y/o sistemáticos son
factores que permiten prolongar y favorecer en el tiempo una mayor
radiación disponible bajos los árboles.
Estos sistemas combinados
favorecen el crecimiento de la forestación en cuanto a volumen de
producción y las condiciones de fertilidad de los suelos.
Al
implementar un SSP es necesario determinar el tipo de ganado a
introducir, el sistema de engorde y la clase de pasturas a sembrar.
En referencia al tipo de ganado,
una alternativa es el vacuno, pudiendo optarse por un sistema
productivo de engorde de terneros de destete y novillitos o uno de cría
(vacas con cría al pie y/o preñadas). También es posible implementar una
combinación de ambos sistemas. El ganado ovino constituye otra
posibilidad. En este caso se puede hacer un manejo a través de ovejas de
refugo, con introducción de carneros para generar la cría y producción
de lana y carne a través de ovejas de conserva y corderos, con la
renovación simultánea de la majada a través de la incorporación de
borregas que se generan en el propio rodeo.
Respecto de los sistemas de engorde,
en el caso de vacunos se puede recurrir a "engorde a corral", a través
de la cosecha de forraje implantada en la forestación y/o una fuente
alternativa de aprovisionamiento en superficie bajo riego destinada a la
producción de forraje. Este método se puede complementar con "pastoreo
directo" en una superficie alternativa destinada a la siembra de
pasturas anuales y/o plurianuales donde la hacienda se maneja con
alambrado eléctrico.
En ambos sistemas se debe realizar suplemento
(granos, balanceados, etc) con grano producido en el mismo lugar.
Asimismo se debe prever la construcción de instalaciones acordes a la
carga ganadera a engordar, las cuales deben contemplar potreros con
comederos y bebederos móviles e instalaciones de manejo: manga con cepo,
toril y balanza, e instalación veterinaria. El pastoreo directo en los
cuadros forestados se puede realizar a partir de los años 2 y 3, según
el sistema original de implantación. En los dos sistemas,
necesariamente, se deben realizar reservas de forraje bajo la forma de
fardos o rollos.
Para el engorde del ganado ovino, desde un inicio
puede realizarse mediante un pastoreo directo y con reservas de
forraje. En este tipo de hacienda se requiere la instalación de corrales
especiales de manejo y encierre.
Por último, en cuanto al tipo de pasturas, éstas pueden ser: anuales,
donde se distinguen los cereales de invierno (avena, cebada, triticale,
centeno, vicia) y los de verano (maíz, sorgo, mijo, moha); perennes (alfalfa) y consociadas y/o polifíticas (tréboles, festuca, ray grass perenne, pasto ovillo entre otras).
Las
opciones de utilización de estas pasturas ofrece la posibilidad de
realizar una planificación inicial de siembras para la producción de
forraje o granos orientada a objetivos de producción de carne. Existen
algunas experiencias en la región en la siembra y manejo de pasturas
durante los primeros años del sistema de silvopastoreo, no así en los
procesos de resiembra a partir del cuarto año en adelante del ciclo
forestal.
Fuente:
Suplemento Rural-Diario Rio Negro 11/8/2012
Norberto Serventi (*) norserventi@speedy.com.ar
(*) Ingeniero agrónomo