miércoles, 17 de octubre de 2012

SE CONFORMÓ LA PRIMERA MESA FORESTAL LOCAL DE RÍO COLORADO

El martes 16 de octubre, en el salón de la Municipalidad de Río Colorado, provincia de Rio Negro, se firmó el Acta Acuerdo de constitución de la Mesa Forestal Local Valle de Rio Colorado. La misma fue firmada por las siguientes personas e instituciones: el Gerente de la Agencia de Desarrollo local y Secretario de Desarrollo Económico municipal, Lic. Marcelo Martin; el Sr. Julián Amerighi en representación del sector industrial; el Sr. Raúl Carbó en representación del sector forestador; y el Técnico Regional para Patagonia Valles Irrigados de la Dirección de Producción Forestal, Ing. Ftal. Julio D. García.
Las mesas forestales locales son ámbitos de trabajo interinstitucional e interdisciplinario para articular iniciativas que promuevan el desarrollo de la actividad forestal de cada región, en el marco de la Mesa Forestal Regional Patagonia Valles Irrigados.
Participaron de la reunión el Intendente Municipal Sr. Carlos Pilotti y el Diputado Jorge Cejas, quienes se mostraron muy interesados en la actividad.

Fuente: Técnico Regional para Patagonia Valles Irrigados de la Dirección de Producción Forestal, Ing. Ftal. Julio D. García.

viernes, 12 de octubre de 2012

Participación de los Técnicos Regionales de la Dirección de Producción Forestal en Taller de Gestión Forestal Sostenible

Durante los días 2 y 3 de octubre, los Técnicos Regionales de la Dirección de Producción Forestal participaron de un taller sobre Gestión Forestal Sostenible, desarrollado en Posadas, Misiones y Virasoro, Corrientes. El mismo fue organizado por el Área Ambiental de la Dirección de Producción Forestal del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, y financiado por el Proyecto de Conservación de la Biodiversidad en Paisajes Productivos Forestales GEF TF 090118.

El martes 2 de octubre se realizó una gira de campo, iniciándose con la visita a la empresa Tapebicuá S.A., en Gobernador Virasoro, Corrientes. Los técnicos fueron recibidos por la Ing. Mirta Báez, quien presentó una breve reseña de la evolución de la empresa, desde sus orígenes hasta la actualidad, su organización, estructura, tipo de producción y actividades que desarrollan, así como las problemáticas, las estrategias para revertirlas y las actividades complementarias. Sus orígenes datan del año 1974, inicialmente dedicados al cultivo de forestales y la venta de rollizos; luego incorporaron el procesado de los mismos para el agregado de valor a la producción, hasta la actualidad, en donde su principal producción la constituyen los tableros compensados.
Por la tarde se visitó el vivero de producción de plantines clonales de eucalipto con que cuenta la empresa, que utilizan para sus propias plantaciones, donde se pudieron apreciar las plantas madres de donde son extraídos los esquejes que luego serán enraizados en condiciones controladas, rustificados y criados para obtener una planta apta para la plantación en condiciones de campo. A continuación, la Ing. Báez expuso la visión de la empresa sobre las Buenas Prácticas de Manejo Forestal y cómo llevan a cabo las actividades en función de ésta planificación, los parámetros e indicadores que utilizan, los controles y las problemáticas recurrentes a que deben dar solución.
Vista general del vivero de la empresa Tapebicuá S.A.. Eucaliptos en recría, sobre mesadas y bandejas.
Al final de la tarde, se realizó una visita al establecimiento propiedad del grupo Novartis S.A., ubicado en el departamento Ituzaingó, Corrientes, orientado a la producción forestal y que combina especies forestales introducidas con autóctonas. Se observaron distintos ensayos sobre éstas, la evaluación de producción de biomasa y la fijación de carbono, a los fines de obtener Bonos de Carbono.
Por último, se realizó una reunión en el Centro Regional INTA Misiones, en proximidad de la ciudad de Posadas, donde se integraron los conceptos vistos durante el día, respecto a las Buenas Prácticas de Manejo Forestal.
Durante la jornada del miércoles 3 se abordó el desarrollo del taller, iniciando con un repaso de las pautas y definiciones establecidas en el marco de la Ley n° 25.080 y el Protocolo de Inspección establecido por la Dirección de Producción Forestal, instancia durante la cual se conoció la opinión de los Técnicos Regionales y el enfoque de acuerdo a las realidades de cada región.
A continuación, se presentó una ponencia sobre especies invasoras, con un abordaje desde el punto de vista teórico de las definiciones, estrategias de evaluación y análisis de casos reales a modo de ejemplo.
Se abordaron luego las Buenas Prácticas de Manejo Forestal, haciendo una revisión de los ejemplos disponibles en Uruguay y Chile, y tomando como base un extracto elaborado por miembros del Área Ambiental de la Dirección de Producción Forestal. A partir de este material, se desarrolló un trabajo de discusión en grupos, contemplando los casos de cada región y las posibles recomendaciones sobre Buenas Prácticas de Manejo Forestal pertinentes.
Por último, se abordó plenariamente el análisis de la posibilidad de elaborar un Código Forestal Nacional, respecto a lo cual los Técnicos Regionales expusieron sus opiniones.
Fuente: Técnico Regional para Córdoba de la Dirección de Producción Forestal, Ing. Agr. Esteban Zupan

sábado, 6 de octubre de 2012

MADERAS DE CALIDAD Y FORRAJE PARA ENGORDE

Una simbiosis perfecta entre árboles y pasturas

 

Un modelo inteligente que busca maximizar los rendimientos de las producciones animal, forestal y de pastizales. Optimismo en la región a partir de buenos resultados obtenidos.

En los últimos años el desplazamiento de la ganadería de la región pampeana y la caída del stock ganadero nacional han estimulado el crecimiento de la actividad en áreas que antes eran consideradas marginales, entre las cuales se encuentran las zonas de regadío de la Patagonia.
En el caso de las plantaciones de álamo bajo riego, esta situación posibilita la aplicación de sistemas silvopastoriles (SSP) como una interesante alternativa de manejo simultáneo de árboles, plantas forrajeras y animales en la misma superficie. Las tres actividades deben desarrollarse armónicamente para que puedan convivir en la misma unidad de producción, la hectárea.
Como se ha mencionado en ediciones anteriores, estos sistemas permiten resolver una de las principales limitantes de la expansión del área forestada, constituida por el largo período sin ingresos, optimizando la utilización de los recursos involucrados y los resultados económicos obtenidos.
En este sentido, para el Ing. Santiago Lacorte, experto en SSP de la EEA INTA Montecarlo, Misiones, "la ganadería es la caja chica y la forestación la caja de ahorro".


Antecedentes
 
En la Argentina las principales experiencias de sistemas silvopastoriles están localizadas en la Mesopotamia. En la Patagonia los mayores desarrollos son del INTA, con pastoreo debajo de bosques nativos en la cordillera.

Lamentablemente, es escasa la información registrada en la zona de los valles irrigados de las cuencas de los ríos Negro y Colorado de las provincias de Río Negro, Neuquén y La Pampa. Sin embargo, hay algunos trabajos que resultan muy valiosos.
Uno de ellos lo constituye el realizado por el Ing. Nolting, de INTA Alto Valle, en la década del 80, cuando desarrolló SSP en dos tipos de suelo (barda y media barda) del Alto Valle de Río Negro con la variedad de álamo Populus x canadensis "Conti 12".
La experiencia permitió comprobar al decimotercer año de evaluación un crecimiento significativamente superior en los árboles del sistema silvopastoril en comparación con los de parcelas sin cultivo intercalar.
Los mejores resultados se obtuvieron en las plantaciones sobre barda y con alfalfa, donde el DAP fue de 37,4 centímetros y el volumen total alcanzó los 361 metros cúbicos por hectárea. (Ver infografía)
En cuanto al rendimiento forrajero, la producción fue disminuyendo con el paso del tiempo como consecuencia del aumento de la sombra. Por ejemplo, la producción media de alfalfa varió desde 10.847 kilos anuales de materia seca por hectárea en el tercer año de implantación a 969 en el sexto. En tanto, la pastura de festuca alta fluctuó desde 11.079 kilos MS/ha/año a 1.591.
Cabe mencionar que en este estudio se emplearon plantas de raíz de dos años y fuste de un año de una longitud mínima de 3,5 metros. La plantación se hizo a un espaciamiento entre árboles de seis por seis metros (una densidad de 278 plantas por hectárea), con podas hasta los 9,6 metros de altura.
Posteriormente, durante los años 90, el que suscribe llevó a cabo una experiencia similar con pasturas polifíticas (mezcla de varias especies forrajeras) en el Valle Medio de Río Negro.
Las pasturas fueron aprovechadas a partir del segundo año desde la implantación mediante pastoreo rotativo directo de terneros de destete recibidos bajo la modalidad de capitalización, un sistema de uso frecuente en la zona. Los terneros ingresados fueron cien, estuvieron desde mayo hasta septiembre y engordaron en promedio 0,8 kilo por día. Como renta de la pastura se recibió el 50% de la ganancia de peso, con el costo del cuidado de los animales compartido.
La forestación en cuestión es de álamos I-214 y Conti 12 de igual densidad en una superficie de 74 hectáreas, donde se utilizaron distintas consociaciones en función de los tipos de suelo. (Ver infografía)
Las consociaciones 1, 2 y 3 son recomendadas para los mejores suelos, con texturas arenosas y/o franco-arenosas, en tanto que la número 4 es aplicable a suelos con texturas más pesadas tipo franco-arcillosas. Por este motivo es que en la experiencia mencionada solamente el 5% de los suelos fue sembrado con la última consociación, mientras que el 75% fue plantado con las consociaciones 1 y 3 y en el restante 20% de la superficie se sembró teniendo en cuenta la consociación 2.
Los mejores comportamientos de las pasturas en cuanto a rendimiento de producción y permanencia debajo del dosel de los árboles se lograron con las consociaciones a base de festuca y, a pesar de que actualmente esta forestación tiene 22 años, la forrajera aún persiste.


Nuevos estudios

Algunos de los datos más recientes provienen de un emprendimiento privado en Añelo, provincia del Neuquén, donde se está desarrollando un SSP bajo riego en una superficie total de cien hectáreas. El mismo cuenta con el asesoramiento conjunto de quien suscribe y del Ing. Agr. Juan C. Bravi.
Los álamos fueron plantados con un espaciamiento de seis metros entre filas y tres metros entre plantas (555 pl/ha), a ocho metros entre filas y tres metros entre plantas (416 pl/ha). Para el espacio interfilar se decidió sembrar alfalfa para producción de rollos y fardos.
Como puede observarse en la infografía de la página 3, en la temporada 2009-2010 se obtuvieron 18.962 fardos por corte, mientras que en la siguiente temporada se produjeron 15.360.
Este forraje, sumado a la alfalfa y el maíz comprados a terceros, posibilitó el engorde a corral de 1.341 cabezas, de las cuales el 70% eran destete y 30% recría. Esta hacienda ingresó con un peso promedio individual de 171 kilos y egresó con 322 kilos en un período total de 133 días con una ganancia de peso de 1,2 kilos diario por animal. Se obtuvo así una rentabilidad neta del 24,5%.
Otro trabajo actual es el que está llevando adelante un equipo del INTA Alto Valle integrado por los ingenieros Esteban Thomas, Hernán Cancio y Andrea Rodríguez, quienes están estudiando las interacciones entre los componentes arbóreo y herbáceo de los sistemas silvopastoriles en áreas bajo riego. Estos conocimientos permitirán optimizar el uso del insumo crítico en estos sistemas que es la luz, a través del manejo de la densidad de plantación (distancia entre filas y plantas), podas y raleos, variedades de álamo y composición de las pasturas empleadas.
En el 2011 en una forestación en la localidad rionegrina de Chimpay se ensayó la implantación y producción de verdeos invernales en los interfilares. La plantación en cuestión es de álamo híbrido (Populus x canadensis) raleada a los 14 años (densidad inicial de 278 plantas por hectárea –6 x 6 metros–, se ralearon 140 plantas por hectárea –6 x 12 metros–). La siembra se realizó con las siguientes dos consociaciones, en las que se usaron 80 kg/ha de cereales de invierno y 20 kg/ha de vicia en una superficie de seis hectáreas:
• Triticale 80 kg/ha + vicia 20 kg/ha con un rendimiento de 1.968 kilos de materia seca por hectárea y
• avena 40 kg/ha + cebada 40 kg/ha + vicia 20 kg/ha, con un rendimiento de 2.445 kilos de materia seca por hectárea
La producción de vicia representó el 69,2 y el 65,2% de la materia seca total respectivamente. Este predominio de la leguminosa se puede deber a su mayor tolerancia a la sombra respecto a los cereales. Se midió la llegada de luz al suelo y se obtuvieron valores del 57,2% de la radiación total con hojas y del 75,4% en invierno, sin hojas.
Estos primeros resultados permiten ser optimistas respecto de la difusión e implementación de estos modelos productivos en las áreas bajo riego de la Patagonia.

(*) Ingeniero agrónomo

Norberto Serventi (*) norserventi@speedy.com.ar
 
Fuente: Río Negro